Voy a tratar de explicar que sentí cuando llegué a Hollywood. Recuerdo que cogimos el metro en North Hollywood. El viaje de poco mas de 15 minutos fue muy agradable, charlando contigo de nuestras cosas, de nuestros planes, de nuestras ilusiones...De pronto el metro paró y pudimos ver en el exterior el cartel que indicaba que habiamos llegado a Hollywood. Salimos del metro y comenzamos a subir la larga escalinata que nos comunicaba con la salida, en pleno corazón del "Walk of the fame", el conocido "Paseo de la Fama". En ese momento mi corazón comenzó a palpitar con fuerza..."Estaba en Hollywood!!!", me repetía una y otra vez, como tratándose de una manera de autoconvercerme, como si fuera un sueño y estuviese dormido y en cualquier momento fuera a despertar en la habitación de mi casa en España. Me daba igual, un sueño sabía de era, estar allí pisando aquel suelo y junto a ti...que más podía pedir.
Comenzamos a pasear entre estrellas, y con la emoción de un niño, iba reconociendo cada una de las estrellas, con actores, musicos o gente de televisión. "Mira Chaplin!, hazme una foto con él"..."Oh! es la estrella de los Mutchkins"..."Alaa! Mack Sennet, el productor de cine cómico mudo"...y así con un montón, estaba tan emocionado que no hacía más que darte datos y más datos de toda aquella gente. Y lo más curioso es que nos fotografiamos y nos sentimos como si realmente les viésemos a ellos y no una simple estrella marcada en el pavimento , pero con un significado tan especial...
En medio de la emoción contratamos un tour por toda la zona. Por cierto que frío pasamos. Subimos a lo alto de uno de los autobuses descubiertos de "StarLines" y comenzaron a mostrarnos los lugares más emblemáticos: el Teatro Chino, el Teatro Kodak (sede de la entrega de los Oscars), los estudios, pequeños restaurantes propiedad de famosos, etc etc. La verdad es que me enteré de poco puesto que las explicaciones de aquel señor mayor, micrófono en mano eran en inglés. Solo pude entender "Oooh! España, campeones copa mundoooo" cuando se enteró de nuestra procedencia...y la respuesta de un grupo de Neoyorkinos gritando "Viva España!". En fin al menos caemos bien!.

Otro momento de gran emoción fue la visita al "Grauman's Chinese Theatre". No se si recordarás que estaba tan emocionado y excitado que deambulaba de aqui para allá con la camara de fotos, totalmente alucinado y aturdido ante tanta estrella. Uf! Que fuerte! Justo en la entrada del Teatro los y las artistas han ido dejando sus huellas de pies y manos marcados en el cemento, junto a inscripciones hechas de su puño y letra, dedicadas, en su mayoría, a Sid Grauman, impulsor y quien a lo largo de muchos años estuvo al frente del teatro. Alli encontramos a James Stuart, Humphrey Bogart, Judy Garland, los Hermanos Marx (como no, con quienes me hice mil quinientas fotos)...o más actuales Steven Spielberg, Woopy Goldberg (que dejó marcadas hasta sus rastas) y los tres protagonistas de Harry Potter.
La noche cayó sobre Hollywood y el turismo dió paso al consumismo. El "Paseo de la Fama" se llenaba de luz con las distintas tiendas, de ropa principalmente, que la llenaban de parte a parte: H&M, Zara, etc. Recuerdas? Allí compraste tus botas y yo unos slips de Superman (jejeje).
Compramos unos souvenirs: llaveros, pins, etc y tras dar un paseo por el centro comercial anexo al Teatro Chino, llegó el momento de decir adiós a uno de los días más maravillosos de mi vida.
Pensado friamente, la verdad es que cumplí uno de los sueños de mi vida, pero lo estaba haciendo con la persona con la que quiero compartir el resto de mi vida, y creo que eso si es el verdadero sueño de mi vida. Te quiero.