10 de julio de 2011
Carño, me gustaría decirte tantas cosas…sé que es demasiado complicado hacerlo en tan poco tiempo…pero lo intentaré…
Verás, hace unas semanas se me ocurrió la idea de escribirte una carta como conmemoración de nuestros once meses juntos. Así que me puse a pensar, a imaginar, a sentir… y tras muchas cavilaciones, decidí partir de una palabra, que a ambos nos gusta mucho y que es en la que realmente se sustenta nuestra relación. La palabra AMOR.
Sentimos amor a la vida, amor a la montaña, al mar, a los pajarillos, al cielo, a la familia, a los amigos… que bonito es amar tantas cosas!!! Cosas que nos hacen sentirnos bien, que nos hacen vivir el día a día felices, contentos, enamorados.
Pero fijate, que cuando pienso en esa palabra, amor, siempre me vienes tu a la mente. Porque tu eres el amor y nada de esas cosas que nos dan la felicidad tendrían sentido, si tu no estuvieses en mi vida.
Cuando me levanto cada mañana, oigo a los pajarillos píar desde mi habitación. Las primeras luces del día se cuelan por mi ventana y, poco a poco, comienzo a abrir los ojos. Y siempre, cada día desde hace once meses, mi primer pensamiento es para ti. Tu imagen inunda mis sentidos, puedo verte, sentirte y de vez en cuando, olerte. Ese primer pensamiento feliz del día me carga de ilusión, de emoción, de amor. Luego tengo mi ración de ti viéndote por la cam, y logro satisfacer mi ansia con nuestras charlitas sobre lo humano y lo divino, porque como sabrás, nuestras charlas son sobre todo variadas e interesantes. Y eso es algo maravilloso, y también forma parte de ese amor y respeto que nos profesamos: somos capaces de hablar de cualquier cosa. Alegrías, tristezas, proyectos, ilusiones, religión, actualidad, costumbres, comidas (tacos), ah! Y como no!, de nuestros signos zodiacales que cada día nos informan de nuestras relaciones con los astros.
En estos once años me he dado cuenta de algunas cosas. Que eras el amor de mi vida, lo supe desde el principio. Que te amo y te amaré siempre, es también una realidad. Pero tu me mostraste a una persona maravillosa, sincera, responsable, sencilla (a veces), cariñosa,…y se me terminan los adjetivos, algunos habrá que esperar unos cientos de años para que se inventen… Pero ante todo me he dado cuenta que tenemos muchisimas cosas en común, que a pesar de la distancia, la diferencia de culturas, y la diferencia de edad, somos muy iguales, nobles, sensibles e inseguros. Somos capaces de amar incondicionalmente al otro, sufrir por él, sentir con él y vivir por él.
La verdad, Carlos, es que doy gracias a la vida por haberme puesto en tu camino, por haberte conocido y por estar a tu lado, sintiendo cada segundo de mi vida el palpitar de tu corazón junto al mio. Anhelo el momento de estar juntos en toda la extensión de la palabra. Deseo que llegue ese día que tantas veces he imaginado. Te amo, Carlos…con un amor verdadero, sincero y eterno.
Feliz once aniversario (11 meses a tu lado, menudo lujazo)
Vicent